Presentación de mi compañera en ArTIC

Ayer me tocó, como a todos, una compañera para las presentaciones y el trabajo de la primer jornada presencial de ArTIC. Yo era la parte de la herradura con pocos conocimientos informáticos y ella, por suerte, es la que tiene estos conocimientos y se notó, ya que aprendí muchas cosas ayer.

Su nombre es Daniela Hernandez y vive en Nuevo París, trabaja en el liceo Bauzá y en la UTU de Brazo Oriental. Es egresada del IPA en la especialidad Matemática. Se acercó a este curso por sus ganas de aprender para crecer como persona y también en lo laboral; ella quiere seguir explorando y aprendiendo en esta área.
Recuerda que un momento cumbre en su vida, que la marcó desde su actual vocación fue el momento que decidió ser docente; le gustaba trabajar con adolescentes y también la Matemática, quería cambiar el mundo y las personas. Recuerda que sus docentes, familia y amigos la alentaron a ello sobre el fin del bachillerato.

Tanto en el ámbito laboral como en el familiar se define como una persona de buen humor, compañera, comprometida y que sabe escuchar a los demás.

Cree muy importante el generar espacios para que los estudiantes se sientan involucrados y cómodos respecto al aprendizaje; valora de las instituciones en que ha trabajado el respeto por los tiempos de los demás.

Como epílogo quiero compartir un momento que ella valoró como importante en su vida laboral y fue la oportunidad que tuvieron, ella y otros docentes, de formar un coro en el liceo de Rincón del Cerro para regalarles a los estudiantes una canción que la profesora de música había compuesto para esa ocasión. Daniela lo recuerda con mucha emoción, sintió que aportaba su granito de arena a la superación de los jóvenes, que no todo es clase de matemática para la educación de las personas.